La Vida sobre Ruedas Reflexiones de un Niño con Patinete

En un pequeño barrio donde las calles son adornadas por el ritmo del día a día, un niño llamado Pablo se desliza entre risas y aventuras sobre su patinete. Desde lejos, los vecinos lo ven pasar, y no puede evitar que se detengan a admirar su energía contagiosa y su espíritu libre. La canción “They See Me Rollin’” de Chamillionaire resuena en su mente mientras recorre las calles, sintiendo que es el rey del asfalto.

En su barrio, los niños suelen reunirse después de la escuela para compartir historias y hacer acrobacias. Pablo es el centro de atención, siempre dispuesto a mostrar un nuevo truco. Un día, decidió intentar un salto en un pequeño rampón improvisado con unas tablas de madera. Con su corazón latiendo rápido, pidió a sus amigos que hicieran espacio. “¡Miren esto!”, exclamó con una sonrisa desafiante. La adrenalina corría por sus venas mientras se lanzaba hacia el aire, desafiando la gravedad. Aterrizó con éxito y fue recibido con aplausos y vítores. Para él, ese momento fue una victoria, un recordatorio de la importancia de atrevernos a soñar y de la satisfacción que se encuentra en cada pequeño logro.

Sin embargo, no todo es fácil. A veces, Pablo se siente inseguro. Siendo un niño con sobrepeso, a menudo se encuentra enfrascado en pensamientos negativos, sintiendo que las miradas de los demás lo juzgan. Pero la música lo levanta. Las letras que hablan de la perseverancia y la confianza en uno mismo le inyectan energía en los días grises. Se repite a sí mismo que ser diferente es su superpoder. La vida sobre ruedas no siempre es sencilla, pero cada vez que se siente frustrado, sale con su patinete, dejándose llevar por el viento. La velocidad lo cura, y el movimiento le recuerda que disfrutar la vida es más importante que encajar en estereotipos.

Pablo está rodeado de amigos que entienden su lucha. Juntos forman un pequeño grupo donde la aceptación y el apoyo priman. Mientras rueda por las calles, se siente parte de algo más grande. Aunque personales y únicos, sus sueños de libertad los unen. A menudo se pasan horas hablando de sus metas y de las cosas que los apasionan. De ser grandes atletas, artistas o inventores. El patinete es su pasaporte hacia un futuro lleno de posibilidades, un símbolo de la amistad que han construido.

Al final del día, cuando el sol comienza a ocultarse y los tonos naranja y rosa pintan el cielo, Pablo regresa a casa. Su madre lo espera en la puerta, con una sonrisa orgullosa. Ella ha visto cómo cada tarde se siente más seguro y decidido. Al llegar, Pablo no solo lleva consigo su patinete, sino también un corazón lleno de confianza y amistad. En su mente resuena la frase “They see me rollin’”, pero más que eso, está empezando a entender que lo más importante no es la atención de los demás, sino la manera en que él se ve a sí mismo y cómo se enfrenta al mundo. La vida sobre ruedas es solo el comienzo de su gran aventura.